Los Magos se pusieron en camino y delante de ellos iba la estrella que habían visto aparecer en el Oriente ,
hasta que se detuvo sobre el lugar donde estaba el niño ¡¡¡Que alegría más grande: habían visto otra vez la estrella!!!
Al entrar a la casa vieron al niño con María, su madre ; se arrodillaron y le adoraron.
Abrieron después sus cofres y le ofrecieron sus regalos de oro, incienso y mirra. (Mateo 2,9)
Abrieron después sus cofres y le ofrecieron sus regalos de oro, incienso y mirra. (Mateo 2,9)